martes, 17 de marzo de 2015

Marató de Barcelona 2015

Demasiados meses pensando como sería mi primer maratón. Soñando con esos finales épicos repletos de felicidad y emoción. Convencido en que no podría contener las lagrimas al ver a mi mujer y a mi hijo en el temido Paralelo o simplemente esos últimos 195 metros que hacen que valga tanto la pena hacer un maratón.

Como se suele decir, los sueños suenos son. Así fue mi maratón:

Suena el despertador a las 6:00h, he dormido bastante bien, mejor de lo esperado. Desayuno y empiezo con todos los ritos habidos y por haber. Se monta el gran zafarrancho de combate en mi casa y en poco rato salimos confiando en que conseguiré aparcar medianamente rápido.

Así es. Aparco medianamente rápido, a casi media maratón de la salida...
caminamos y me empiezo a empapar de lo que es vivir un maratón desde dentro. Llegamos al cajón y parece que la temperatura ha subido bastante, o almenos esa es la impresión que me da a mi. Últimos besos y abrazos con Mabel y con Xavi. Ahora si que estoy nervioso.
Momentos antes de la salida

Salgo de muy atrás y la salida escalonada hace que nos movamos poco a poco.
Mabel y Xavi me van siguiendo desde fuera del cajón y la situación empieza a superarme. Estoy muy emocionado, casi no puedo ni mirar a mi mujer y a mi hijo y siento que en cualquier momento, me voy a poner a llorar.
Vamos avanzando poco a poco hasta llegar al arco y nunca me hubiera imaginado la espectacularidad de esa salida. Me viene a la cabeza lo dificil que ha sido llegar hasta aquí, todos los sacrificios y lo que he sufrido las últimas semanas. Los miedos a volver a lesionarme justo antes de la carrera. Solo yo se lo que me ha agobiado esa situación.
Sin duda esa salida fue el momento más emotivo de lo que viví ayer.

Cuenta atrás y GO!! no se como describir esos momentos... no puedo pensar ni en ritmos ni en subidas ni en nada que no sea sentirme parte de esa maratón, vivirla desde dentro, es algo que llevaba mucho tiempo esperando, brutal...

Espectacular

Pasados esos minutos iniciales donde la emoción lo puede todo, miro por primera vez mi gps y empiezo a regular el ritmo, la idea es mantener una media entorno a 5'35" , sin forzar en los tramos complicados e intentando llegar lo más entero posible al km 35, donde espero tener un bajón y luchar hasta el final. Ese era el plan...

Me sorprende la cantidad de gente que hay en las calles, me encanta y me alucina, no me esperaba tanta animación. Todo transcurre con normalidad, bebo, dosifico ritmo, apreto un pelin en las bajadas, lo normal.
Entre pitos y flautas me planto en el km 12 donde veo a Mabel y a Xavi, nos saludamos y sigo por la Gran Via llevando un ritmo muy comodo y disfrutando muchísimo del ambiente. Paseo de Gracia, Sagrada Familia, todo repleto de gente, gritando, animando, voy en una nube, me encanta.

Llego a la meridiana una zona de ida y vuelta algo pesada y donde se marcaba la primera media maratón. Mi tiempo 1h58', voy genial.

Empieza a hacer calor y me alegro mucho de estar corriendo sin manguitos y en tirantes. Aproximadamente en el km26 está mi hermana con mís tíos, pero no los veo. Ya no voy tan comodo, me empiezan a pesar las piernas y mi ritmo empieza a caer.
Me avanza el grupo de 4horas y aunque intento durante algunos segundos seguirles, veo que se me van, mi gps marca que van a 5'20". En otra ocasión me hubiera estado un rato comprobando si van o no van muy rápido, esta vez simplemente los dejo ir.
Por entonces mi cabeza ya está en otra cosa.

Me invade una especie de miedo, quizás inseguridad, no se muy bien como definirlo, la flojera me ha pillado desprevenido y me siento desconcertado. Me esperaba un bajón pero no tan pronto, aun quedan muchos kilómetros y no se como va a reaccionar mi cuerpo, nunca he corrido una distancia tan larga. Estoy entre preocupado y acojonado.

Me olvido de todo esto durante unos segundos al ver a mi padre dejandose el alma animándome, nunca antes habia visto a alguien aplaudir de esa manera. Me grita y me anima y por unos segundos vuelvo a volar. Lamentablemente sus palabras dejan de escucharse a los pocos segundos y mi cabeza vuelve a recordarme que tenemos un problema.

Me replanteo lo que queda de carrera y me acuerdo de algunas crónicas leídas donde aproximadamente en el km 25 las piernas dejan de funcionar y recuerdo que mientras leía esas crónicas pensaba... eso es muy pronto, que duro se le va a hacer el resto de carrera...
Pues ale, ahora soy yo el que podrá vivir en primera persona lo duro que puede ser que te empiecen a fallar las fuerzas antes de lo previsto.

Llego al km31 con las cosas poco claras, con ritmos rozando los 6' y con miedo.
Miro a la derecha y veo a mi cuñado, me grita, me anima pero se apaga su voz cuando veo a mi hermana que al igual que mi padre empieza a chillar como si le fuera la vida, vuelvo a sentir emoción, lastima que me pillase en un momento bastante crítico. Levanto el pulgar, luego el puño en señal de fuerza y continuo. Mis tios que están en el otro lado de la calle, me hacen fotos y me animan, pero yo no los veo, voy luchando contra no se muy bien que.
Km.31, pasandolo mal
Continuo corriendo y en algun momento mi cabeza es como si se desconectara. Solo corro, los ritmos caen, no miro el reloj, no me preocupa, solo tengo que llegar, para eso he entrenado tanto. Empiezo a tener pequeños calambres en los gemelos, nunca antes los había tenido. Ni tan siquiera se lo que hay que hacer, intento correr sin grandes movimientos, vigilando no se muy bien el que.
A mi derecha tirado en el cesped veo a Edu, no tiene buena cara, no se de donde saco fuerzas y le grito un ¡¡vamos Edu!! segundos más tarde vuelvo a meterme en mi mundo.

Es curioso como incluso a nivel físico me ha funcionado todo lo que pensaba que fallaría y los dolores me vienen de zonas que no me imaginaba que me dolerían. Se me duermen las puntas de los pies, esto no me habia pasado en la vida, en fin...

Foto: Carles Sánchez. Km 34
Sobre el kilómetro 35 veo a Mabel y a Xavi, siempre me había imaginado este encuentro como algo emocionante en donde no podría contener las lágrimas. No es así, me chillan y me animan. Les sonrio y les saludo. Continuo.

Hace calor, bebo bastante en cada avituallamiento, me refresco la cabeza y es como si durante unos segundos volviese a la realidad, luego me vuelvo a meter en mi minimundo.

En el 38 está Carlos Carbonell, mi fisio. Todo un grande. Me ha cuidado y me ha ayudado para que llegase en las mejores condiciones. Lo veo y le grito un ¡¡vamos!! y continuo.
Me ha sorprendido que tanto mi hermana, Mabel como Carlos me han comentado que me vieron muy entero. Nada más lejos de la realidad.

La verdad que creo que me llegué a acostumbrar a esa sensación de ensimismamiento prezombi.
Veo a muchísima gente andando y tambien a gente que me pasa a ritmos que no he llevado yo ni en la salida. Llegados a este punto y como era de esperar, mi cabeza me dice que me pare, que camine. Todos los mensajes que me llegan desde mi cerebro tienen un solo objetivo. Que camine.

Veo el paralelo, queda nada para llegar. Me sorprende como la cabeza juega en tu contra con trucos tan sucios como el de pensar en parar para poder beber mejor el agua........ osea, llevas 40km tirandote el agua por encima al beber y justo ahora me voy a parar para beber como es debido? y un huevo!! que diría aquel.

Subo el paralelo a 7' o más, ni lo se, hace ya muchísimo que no miro el garmin. Mabel y Xavi aparecen de no se donde y me gritan y me animan, ahora ya ni sonrio, les saludo y continuo mi lucha particular.
El eterno Paralelo.

Llego al final del Paralelo y al fondo veo la meta, sigo luchando, me sigue doliendo todo, no ha cambiado nada, no voy más rápido. Levanto los brazos y sonrio mientras cruzo la meta después de 4h14' y algunos segundos. Lo he conseguido. No se muy bien como definir como me sentí. Algo así como una mezcla de alivio de poder caminar ¡¡por fin!! jajaja pero también de orgullo y satisfacción. Acabé sentado en un semaforo, con mi medalla colgada del cuello, esperando a que llegase mi familia con una sensación de paz interior brutal.

La media maratón que hicimos para llegar al coche daría para otra entrada. Me la voy a ahorrar.

Practicamente estamos a martes y sigo caminando como chiquito de la calzada.
He de decir que habia leído muchas coñas como lo de subir escaleras después de una maratón, todo mentira. Yo subo escaleras sin ningún problema, lo jodido de verdad es bajarlas, osea una mano en la barandilla y la otra en la pared y clavando las uñas del pie que se queda quieto, consigo lentamente bajar el otro pie hasta casi llegar al otro escalón, entonces es donde entran las manos y los brazos en acción para acompañar lo que sería un bloque compacto y conseguir bajar UN escalón.

No me puedo ni mover y tengo unas ganas locas de correr y no solo eso sino que aunque parezca mentira ayer acabó mi grán aventura maratoniana y ya estoy esperando la siguiente. Es normal?

Por último es justo que después de tantas semanas pensando mucho en mi, ahora me acuerde de los demás. Asi que gracias a los que haceis esos blogs que ya no es que sean pequeños diarios, sino que son auténticos manuales en los que se encuentra mucha información. Ayuda mucho más de lo que parece.
Gracias a Carlos Carbonell por ayudarme y por atenderme en horas en las que uno tiene que estar cenando no haciendo masajes. Lo hace por toda su gente, porque le encanta su trabajo. Gracias.

Y a mi familia. Por dejar que me marche a la hora del cafe en San Esteban y recibirme con una sonrisa al llegar. Por priorizar mis tiradas largas de los domingos a cualquier otra actividad. Por escuchar los partes médicos que les proporcionaba gratuitamente casi cada dos horas. Pero sobretodo porque han sabido vivir y disfrutar conmigo esta aventura. Gracias .. os quiero

AHORA A POR EL SUB. 4H !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
 






jueves, 12 de marzo de 2015

Respirando Maratón

Solo faltan tres días para el Domingo y a diferencia del año pasado, estoy disfrutando de los días previos a una maratón. Estoy nervioso, activo, tengo dudas y practicamente solo tengo una cosa en la cabeza.

Las redes sociales son un hervidero de información y me encanta. Blogs como los de David http://blogmaldito.com/marato-barcelona/, donde puedes encontrar todo tipo de información acerca de esta carrera, o las tantisimas entradas que he leido estos últimos días acerca de la maratón de Sevilla, hacen que este muy emocionado. Cada una de esas entradas me han tocado de una manera muy especial este año.

He hecho el mismo plan que el año pasado, pero todo ha sido diferente hasta este momento. Durante estas semanas he estado muy contenido y he sentido como una liberación y he podido empezar a disfrutar de verdad de estos días previos. Sinceramente me cuesta incluso hablar de lo que haré mañana, pero que coño... llegados a este punto hay que ser positivo.

Ayer pasé por las manos de Carlos Carbonell y eso siempre es un plus de seguridad, lo curioso fue llegar y ver a dos craks como Rafa Pérez y Pau Vergés, no los conocia en persona y compartí un rato de charla con los dos, antes de que Carlos se pusiera manos a la obra con mis piernas.

Mañana iré a la feria como corredor y no como lesionado, no hace falta decir mucho más.

Me encanta respirar este ambiente pre-maratón, así que seguiré empapandome de cada uno de los comentarios de ánimo que los corredores se dan entre si, de cada consejo, de leer como la gente tiene las mismas dudas que tu y hace que no te sientas como un marciano, en definitiva, de todo lo que rodea a esta carrera.

Mi familia entera estara distribuida por todo el circuito y solo de pensarlo me entran nervios.

Aún quedan tres días. Seguiré manteniendo una más que excesiva distancia de seguridad con el coche de delante, mirando por donde piso y vigilando cada movimiento que hago no vayamos a cagarla a estas alturas.

Espero que todos los sacrificios y tantas semanas de entreno me sirvan para enfrentarme a esos 42.195 metros.

martes, 3 de marzo de 2015

Tiempo de dudas



Ya han pasado cuatro meses desde que decidí, por segunda vez, preparar lo que debería ser mi primera maratón. Este domingo que viene, hara justo un año de mi lesión, eso significa que si llego vivo al lunes, será lo más cerca que habré estado nunca de llegar a la salida de un maratón.... como me gusta dramatizar...

Si hago un pequeño resumen de lo que han sido estos cuatro meses, creo que debería dividirlos en dos partes muy diferenciadas. Una primera parte donde, sinceramente ni pensaba en el maratón y me limité a entrenar y en mejorar poco a poco los resultados del año pasado.
La segunda parte ha sido más dura, no por los entrenos ni por los ritmos, sino por la angustia de ir poco a poco acercandome al día y pensar en que podía pasarme algo. Ese miedo ha hecho que estuviera demasiado pendiente de todo, con demasiado control y logicamente, ha acabado siendo muy agobiante.

Ahora mismo me noto cansado, cosa que no entiendo ya que estoy corriendo mucho menos de lo que habia corrido en semanas anteriores. Tengo dudas acerca de todo.
Ritmos, ropa, geles, me pongo baselina o me pongo crema? , las compresivas blancas o las negras que aprietan menos?. Todo se me amontona en la cabeza y no consigo darle salida, si hasta me he planteado depilarme las piernas !! Estoy muy mal... quiero que pasen estos días y llegar al fin de semana que viene. Tengo una de chorradas en la cabeza que no me parece ni normal.

Si hablo de mis dolores no acabo. La parte positiva es que están concentrados en mis pies. Un día tengo una fascitis mortífera y al día siguiente, por arte del birlibirloque, se me hincha el tobillo del otro pie. Todo un drama. Mi mujer que creo que correrá conmigo la maratón para asegurarse que la acabe y deje de dar el coñazo durante unos meses.

Como se suele decir, el trabajo ya está hecho y ahora toca cuidarse, el problema es que llevo demasiado tiempo haciendolo y ya estoy un poco cansadito..

Algo en mi interior me dice que va a ser una experiencia que no voy a olvidar facilmente.
Tengo muchas ganas de dejarme llevar y disfrutar de este tinglado en el que un día decidí meterme.